Qué es y cómo prevenir la deshidratación del bebé
- agenciacinderella
- 7 ago 2018
- 3 Min. de lectura

La deshidratación es la pérdida excesiva de agua y sales minerales del organismo. La causa más frecuente en los bebés es la gastroenteritis, pero también los biberones mal preparados y el calor, por lo que debemos tener especial cuidado en los meses de verano.
La causa más frecuente de la deshidratación en los bebés es la gastroenteritis, porque con los vómitos y la diarrea se pierde mucha agua y también pueden causar deshidratación los biberones mal preparados, con más polvo del debido yla fiebre alta. En cuanto a los meses de verano, el calor aumenta y también debemos preocuparnos de que no le afecte a nuestro bebé, sabiendo que no pueden hablar y, por lo tanto, pedirnos alimento. Todo esto debe ser objeto de un especial cuidado en nuestros hijos, dado que sus cuerpos necesitan más agua que los nuestros y son más porpensos que nosotros a sufrir deshidratación.
En cuanto a los síntomas de deshidratación, los principales son:
Decaimiento. El bebé puede mostrarse aletargado sin ganas de moverse, con sueño, o con humor irritado llorando mucho.
Llanto sin lágrimas. Cuando el bebé llora, no produce lágrimas por la falta de líquido en el cuerpo.
Fontanela y ojos hundidos. Las fontanelas son las zonas blandas de la cabeza del bebé, que suelen estar hundidas. Si notamos que estas zonas están más hundidas de lo normal, lo ideal sería acudir al pediatra para que lo examine.
Orina escasa. Puede que el bebé moje menos pañales de lo habitual o que la orina sea amarillenta con un olor fuerte. Este caso puede producirse porque el bebé no está tomando la leche suficiente, ya sea por un problema de horarios o porque esté enfermo. Hay que recordar que durante los meses de verano, el bebé debería mamar a demanda y, si está enfermo, ofrecerle alimento con más frecuencia. Si el pequeño ya se ha iniciado en la alimentación complementaria podemos ofrecerle agua o fruta a parte de leche.
También podemos pesar al bebé, que en los casos de deshidratación, presentan un 5% menos de peso de lo normal.
Las deposiciones son secas y duras, lo que significa una falta de agua en el organismo del pequeño.
¿Cómo debemos actuar ante una deshidratación?
¿Cómo se previene? Para evitar la deshidratación, cuando el bebé tiene diarrea o vómitos o las temperaturas son más altas, hay que dar al bebé una solución rehidratante. Si suda, es importante ofrecerle agua, siempre que tenga más de seis meses. Si todavía no es tan mayor, debemos ofrecerle leche materna o fórmulas que rehidraten al pequeño.
¿Cuándo hay que ir a urgencias? Si el bebé no acepta la solución o la vomita y, sobre todo, si presenta algún signo de deshidratación, hay que llevarle al hospital sin pérdida de tiempo. El tratamiento a seguir consistirá en:
En caso de diarrea, es primordial ofrecer al bebé una solución rehidratante (se vende en la farmacia sin receta) para ayudarle a reponer los líquidos y las sales minerales que ha perdido.
Si tiene vómitos, la solución rehidratante se da en pequeñas cantidades, empezando por una cucharadita cada pocos minutos y aumentando a dos, tres, etc. a medida que el niño tolere los líquidos.
Los bebés que se alimentan de leche materna es mejor que tomen la solución rehidratante entre tomas; en cambio, a los alimentados con biberón conviene rehidratarles antes con el suero y luego darles biberón.
Para evitar la deshidratación hay que dar al bebé una solución rehidratante para ayudarle a reponer líquidos y sales minerales.
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